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🏀 NBA2K26 | GAME2 (0-2) | Temporada Regular – Julius Randle impone su ley y castiga a unos Lakers sin control.

Minnesota aprovechó 24 pérdidas y un último cuarto demoledor (29-14) para tumbar a unos Lakers liderados por Dončić (35-2-6) pero carentes de apoyo ofensivo.

Autor: Jolu · Fecha: 26/10/2025
Segunda noche de temporada y segundo golpe para unos Lakers que todavía buscan identidad. Tras la derrota ante Golden State, el conjunto angelino volvió a caer (75-101) en casa frente a unos Timberwolves más sólidos, que impusieron su físico, castigaron cada error y forzaron nada menos que 24 pérdidas.

El primer cuarto mostró una ligera mejoría (26-23), con Luka Dončić liderando el ataque desde el pick & roll y encontrando algo de ritmo. Pero el partido cambió pronto: Minnesota endureció la defensa, colapsó la pintura y ahogó la circulación de balón. Los Lakers anotaron solo 35 puntos entre el segundo y el tercer parcial, desfondándose en ataque.

Dončić fue la única referencia real: 35 puntos, 2 rebotes y 6 asistencias con un excelente 12/18 en tiros de campo y 2/2 en triples. Sin embargo, la falta de acompañamiento fue evidente. Austin Reaves (8 pts, 3 ast) y Vincent (5 pts) no lograron abrir la cancha, mientras Ayton (4 pts, 14 reb) y Hayes (8 pts, 10 reb) resistían en la pintura pero sin peso ofensivo.

El contraste estuvo en la energía de los Timberwolves. Julius Randle, imparable en el uno contra uno, firmó 27 puntos y 6 asistencias para ser elegido Jugador del Partido. Anthony Edwards aportó agresividad y ritmo, y Rudy Gobert dominó el aro con 16 rebotes y 15 puntos de segunda oportunidad. La defensa de Minnesota, además, fue pura contundencia: 19 robos, transiciones letales y 30 puntos al contraataque.

El tramo final fue un monólogo visitante. El parcial 29-14 en el último cuarto selló la derrota y confirmó los problemas de fluidez angelinos. Los Lakers tiraron un 42 % en tiros de campo y solo un 24 % desde el triple (6/25), cifras insuficientes para competir en la élite del Oeste.

El vestuario reconoce el patrón: demasiadas pérdidas, poca puntería exterior y exceso de dependencia del talento individual de Dončić. Aun así, las señales de esperanza siguen ahí: control del rebote (44-42), compromiso atrás y la química que se intuye entre el base esloveno y sus interiores.

Con 0-2 en el inicio de curso, el mensaje es claro: el talento está, pero falta sincronía. Ajustar el ritmo, cuidar la bola y ampliar las opciones desde el perímetro serán claves antes del próximo compromiso. Dončić mantiene la calma, pero sabe que el proyecto necesita respuestas inmediatas.