🏀 NBA2K26 | GAME9 (3-6) | Temporada Regular – Wembanyama aplasta a los Lakers en una noche sin alma.
El francés con 46 puntos, 19 rebotes y 3 tapones lidera el claro triunfo de San Antonio (113-98) ante unos Lakers sin ideas, desbordados en la pintura y sin LeBron.
Autor: Jolu · Fecha: 7/11/2025
Los Lakers volvieron a ofrecer una versión irregular y sumaron una nueva derrota que profundiza su crisis de juego. Tras el descalabro en Portland, el equipo de J.J. Redick se topó con un vendaval llamado Victor Wembanyama. El pívot francés destrozó la defensa angelina con 46 puntos, 19 rebotes y 3 tapones, una actuación dominante que dejó sin respuestas a Ayton, Hayes y todo el esquema interior angelino.
San Antonio se escapó muy pronto en el marcador (69-51 al descanso) y llegó a ganar por 24 puntos de diferencia, aprovechando su precisión y su control absoluto del balón —solo una pérdida en todo el partido— frente a las 13 de los Lakers. Sin embargo, en el tercer cuarto llegó la reacción: Dončić encendió al equipo con varias canastas consecutivas y un parcial que redujo la brecha hasta los 6-8 puntos, devolviendo algo de energía al Crypto.com Arena.
Pero el esfuerzo se desinfló en los minutos finales. Wembanyama recuperó el control en el último cuarto, imponiendo su físico y cerrando el partido sin oposición. Fox (31 puntos y 8 asistencias) fue su mejor socio en un ataque fluido que acumuló 32 asistencias, 76 puntos en la zona y 28 al contraataque, frente a los 6 de unos Lakers incapaces de correr ni proteger la pintura.
Luka Dončić fue lo más rescatable con 34 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias, bien secundado por LaRavia y Vanderbilt, pero sin la consistencia ni la defensa necesarias para sostener la remontada. El triple (47 %, 14/30) maquilló un encuentro dominado por completo desde lo físico y lo táctico.
Sin LeBron James, aún ausente por lumbalgia, y con Redick buscando soluciones urgentes, los Lakers caen a un preocupante balance de 3-6 y siguen sin mostrar una identidad clara.
La próxima gira marcará si esta caída se convierte en crisis o si el vestuario encuentra, por fin, el punto de inflexión.