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🏀 NBA2K26 | GAME12 (5-7) | Temporada Regular – Luka roza la hazaña pero Thunder castiga la zona.

Los Lakers caen 107-104 en Oklahoma pese al 37+22 de Dončić, decidido por la exhibición interior de Hartenstein y un triple final para empatar que no quiso entrar.

Autor: Jolu · Fecha: 14/11/2025

El duelo en Oklahoma fue un tira y afloja continuo, uno de esos partidos que dejan sensación de oportunidad perdida. Los Lakers, todavía sin LeBron por lumbalgia, compitieron de tú a tú con uno de los equipos más eléctricos del Oeste, pero volvieron a pagar sus desajustes atrás en transición y en la pintura. El 107-104 final duele especialmente porque el guion había sido bueno durante muchos minutos… y porque Luka tuvo el triple para forzar la prórroga en la última jugada.

El arranque fue frenético y favorable a los Thunder (33-28). Oklahoma castigó desde el salto inicial con contraataques y penetraciones, corriendo cada pérdida angelina. Hartenstein comenzó a hacer daño cerca del aro y SGA marcó el ritmo, mientras los de J.J. Redick se sostenían gracias a la inspiración exterior: 7/15 en triples al descanso. En el segundo cuarto llegó la mejor versión de los Lakers, ajustando el balance defensivo y moviendo el balón con paciencia. El 22-13 del parcial volteó el marcador hasta un 50-46 al descanso que parecía encarrilar la noche.

Tras el paso por vestuarios, el partido se convirtió en un intercambio constante. Dončić manejó el tempo con maestría, encontrando a Hayes por arriba y a los tiradores abiertos. El esloveno firmó una línea descomunal: 37 puntos, 5 rebotes y 22 asistencias, con 16/29 en tiros y 4/9 desde el perímetro. Hachimura (12 puntos, 4/6 en triples), Reaves (10) y Vanderbilt (10+3+3) respondieron a su alrededor, y Hayes cuajó un doble-doble de trabajo sucio (15 puntos, 14 rebotes). Ofensivamente, los Lakers rozaron la excelencia: 61% en tiros de campo y 48% en triples.

El problema volvió a estar en el otro lado. Oklahoma machacó una y otra vez la zona angelina: 78 puntos en la pintura por 64, 17 puntos al contraataque y 8 de segunda oportunidad, reflejo de sus 7 rebotes ofensivos por solo 2 de los visitantes. Hartenstein fue una pesadilla constante (29 puntos, 16 rebotes, 14/17 en tiros) y justificó su elección como “Jugador del partido”. Jalen Williams añadió 22 puntos y SGA, sin necesidad de forzar, terminó con 18 puntos y 11 asistencias, manejando a placer el pick&roll con Holmgren.

Aun así, los Lakers llegaron vivos al clutch. Con 3:07 por jugar, SGA puso el 95-98, y Hartenstein estiró la brecha hasta el 95-100. Lejos de hundirse, el equipo de Redick reaccionó: bandeja de Luka (97-100), mate de Hayes (99-100) y otro mate del esloveno para colocar el 101-100 a 1:08 del final. Parecía que el partido cambiaba de dueño, pero en ese tramo decisivo volvieron a aparecer los fantasmas. Holmgren respondió con una bandeja (101-102), Hartenstein sumó otra penetración (101-104) y, tras otro ataque concedido, SGA amplió la renta con una nueva bandeja a 11 segundos (101-106).

Quedaba aún una última bala. Dončić clavó un triple rapidísimo para poner el 104-106 a falta de 9 segundos y dar esperanzas a los suyos. Los Lakers hicieron falta y SGA metió solo uno de los dos tiros libres (104-107), dejando la puerta abierta a la épica. Tras el tiempo muerto de Redick, la jugada final liberó a Luka en la esquina: recibió, armó el triple para empatar con menos de un segundo en el reloj… y el lanzamiento, bien punteado, se quedó corto. La imagen del “77” con los brazos en alto y el pabellón conteniendo la respiración resume un partido que se escapó por centímetros.

En términos globales, el plan de juego dejó cosas positivas: solo 10 pérdidas, muchas menos que en los primeros encuentros de la temporada, y un ataque cada vez más fluido alrededor de Dončić y el juego interior de Hayes y Ayton. Pero la defensa sigue marcando el techo inmediato del equipo: se conceden demasiadas bandejas, mates y segundas opciones, algo que ya se vio en otros finales ajustados de esta primera fase del calendario. Con un balance que se complica, el margen de error se reduce y cada detalle en el cierre de los partidos cuenta doble.