🏀 NBA2K26 | GAME19 (11-8) | Temporada Regular – Looney destroza la pintura y frena a unos Lakers sin respuesta
Kevon Looney desborda a Los Ángeles con 23 puntos y 21 rebotes, imponiendo su dominio interior en un partido igualado que se decidió en los instantes finales.
Autor: Jolu · Fecha: 30/11/2025
Los Lakers no pudieron prolongar su momento dulce de la Emirates NBA Cup y cayeron en el Crypto.com Arena (97-102) ante unos Pelicans que cimentaron su victoria en el salvaje dominio interior de Kevon Looney, cuyo doble-doble gigantesco (23 puntos y 21 rebotes) marcó el desarrollo del encuentro. Los de J.J. Redick compitieron, estuvieron cerca y llegaron con opciones al tramo final, pero volvieron a sufrir ese patrón que ya ha aparecido varias veces en lo que va de regular season: ritmo correcto, esfuerzo notable… pero ejecución insuficiente cuando el partido exige sangre fría.
New Orleans golpeó desde el primer cuarto y mantuvo la iniciativa casi todo el choque. Cada ataque, cada corte y cada balón dividido en la zona parecía terminar en manos de Looney, que castigó sin descanso a la defensa angelina. Los 70 puntos recibidos en la pintura, por solo 54 anotados, reflejan sin filtros lo que ocurrió: los Pelicans impusieron su terreno y los Lakers no encontraron herramientas para cerrarlo.
Aun así, el equipo reaccionó en varias fases. El segundo cuarto fue el mejor tramo de los angelinos, con mayor dinamismo ofensivo y un movimiento de balón que permitió recortar diferencias. Pero cada vez que los Lakers amenazaban con ponerse por delante, Poole o Murray respondían con acciones individuales que devolvían la calma a los visitantes.
Luka Doncic firmó una actuación eficiente pero contenida: 15 puntos, 7 rebotes y 10 asistencias, aunque con un discreto 7/15 en tiros y 1/5 en triples. El esloveno generó ventajas, pero la defensa rival colapsó la zona obligándole a soltar rápido la bola. Hachimura aportó 14 puntos, Reaves sumó 11 y 5 asistencias, y Ayton trató de competir por dentro, aunque sin éxito ante la noche monumental del pívot de los Pelicans.
El partido llegó igualado al último cuarto, pero los detalles volvieron a sonreír al rival. Los Lakers perdieron consistencia en el rebote defensivo —11 ofensivos concedidos— y dejaron escapar posesiones clave que terminaron en segundas oportunidades. Además, pese al aceptable 13/30 en triples, varios lanzamientos abiertos en momentos críticos no entraron. Pequeñas grietas que, sumadas, terminaron abriendo una brecha imposible de cerrar.
Con el choque en el alambre, Poole anotó desde media distancia, Looney aseguró otro rebote clave y los Pelicans gestionaron mejor los últimos 90 segundos. Los Lakers tuvieron incluso una posibilidad de empatar a través de un ataque mal ejecutado, y esa sensación de “casi” volvió a instalarse en el vestuario.
Redick fue claro en la rueda de prensa interna: “no podemos permitir 70 puntos en la zona y esperar ganar partidos apretados”. Un análisis tan directo como real. Los Lakers compitieron, sí, pero no dominaron ningún aspecto específico del encuentro y lo pagaron.
El equipo queda ahora con balance 11-8, todavía bien posicionado, pero con la necesidad evidente de ajustar la defensa interior antes del siguiente compromiso. La temporada avanza y cada partido empieza a pesar más. Los Lakers deberán reaccionar.
New Orleans golpeó desde el primer cuarto y mantuvo la iniciativa casi todo el choque. Cada ataque, cada corte y cada balón dividido en la zona parecía terminar en manos de Looney, que castigó sin descanso a la defensa angelina. Los 70 puntos recibidos en la pintura, por solo 54 anotados, reflejan sin filtros lo que ocurrió: los Pelicans impusieron su terreno y los Lakers no encontraron herramientas para cerrarlo.
Aun así, el equipo reaccionó en varias fases. El segundo cuarto fue el mejor tramo de los angelinos, con mayor dinamismo ofensivo y un movimiento de balón que permitió recortar diferencias. Pero cada vez que los Lakers amenazaban con ponerse por delante, Poole o Murray respondían con acciones individuales que devolvían la calma a los visitantes.
Luka Doncic firmó una actuación eficiente pero contenida: 15 puntos, 7 rebotes y 10 asistencias, aunque con un discreto 7/15 en tiros y 1/5 en triples. El esloveno generó ventajas, pero la defensa rival colapsó la zona obligándole a soltar rápido la bola. Hachimura aportó 14 puntos, Reaves sumó 11 y 5 asistencias, y Ayton trató de competir por dentro, aunque sin éxito ante la noche monumental del pívot de los Pelicans.
El partido llegó igualado al último cuarto, pero los detalles volvieron a sonreír al rival. Los Lakers perdieron consistencia en el rebote defensivo —11 ofensivos concedidos— y dejaron escapar posesiones clave que terminaron en segundas oportunidades. Además, pese al aceptable 13/30 en triples, varios lanzamientos abiertos en momentos críticos no entraron. Pequeñas grietas que, sumadas, terminaron abriendo una brecha imposible de cerrar.
Con el choque en el alambre, Poole anotó desde media distancia, Looney aseguró otro rebote clave y los Pelicans gestionaron mejor los últimos 90 segundos. Los Lakers tuvieron incluso una posibilidad de empatar a través de un ataque mal ejecutado, y esa sensación de “casi” volvió a instalarse en el vestuario.
Redick fue claro en la rueda de prensa interna: “no podemos permitir 70 puntos en la zona y esperar ganar partidos apretados”. Un análisis tan directo como real. Los Lakers compitieron, sí, pero no dominaron ningún aspecto específico del encuentro y lo pagaron.
El equipo queda ahora con balance 11-8, todavía bien posicionado, pero con la necesidad evidente de ajustar la defensa interior antes del siguiente compromiso. La temporada avanza y cada partido empieza a pesar más. Los Lakers deberán reaccionar.